87. Y, ciertamente, otorgamos el Libro (la Torá) a Moisés e hicimos que lo sucedieran (otros) mensajeros. Y concedimos a Jesús, hijo de María, claros milagros y lo respaldamos con el ángel Gabriel[31]. ¿Es que teníais que envaneceros cada vez que llegaba a vosotros un mensajero de Al-lah con lo que no deseabais y teníais que desmentir a unos y matar[32] a otros?
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[31] El ángel Gabriel es descrito literalmente en esta aleya como Ruh Al Qudus que significa «Espíritu Puro o Santo». Posiblemente, el concepto del Espíritu Santo en el cristianismo hacía también referencia al ángel Gabriel, pero, con el paso del tiempo y la distorsión de las Escrituras apareció el concepto de la Santísima Trinidad y se perdió el significado original de la expresión «Espíritu Santo». El ángel Gabriel goza de una elevada posición ante Al-lah y es el encargado de transmitir o llevar la revelación de Al-lah a los profetas.
[32] La misma Biblia da fe de este hecho: «¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que son enviados a ti!» (Mateo 23, 37).