40. Quien obre mal será retribuido según merezca su acción; mas quien obre rectamente y sea creyente, hombre o mujer, entrará al Paraíso y recibirá una provisión sin límites.
40. Quien obre mal será retribuido según merezca su acción; mas quien obre rectamente y sea creyente, hombre o mujer, entrará al Paraíso y recibirá una provisión sin límites.